domingo, 16 de junio de 2019

Piensa también con los pies


Siempre me ha gustado la actitud del peregrino  que se pone en camino ligero de equipaje, confiando en las personas y lo que la vida le vaya regalando.

Hay mucho de capacidad de sorpresa, de apertura de corazón, de capacidad de riesgos, de liberarse de la falsa seguridad de creer tenerlo todo controlado, de escucha, de sentir que necesitamos a los demás, que solos no podemos... Hay mucho de dejarse afectar y tocar el corazón, de buscar la verdad allí dónde esté, de acoger cada realidad y dejar que nos vaya transformando en personas con más humanidad, más ternura, más Evangelio.

Me gusta la actitud del peregrino porque es consciente de su limitación y debilidad, también de su fortaleza y posibilidades. Porque va escribiendo su historia día a día, agradeciendo cada vaso de agua, cada conversación, cada sombra para descansar, cada brisa suave que alivia el  camino, cada risa y cada compartir.

Me gusta porque el ritmo del caminar permite ratos de silencio y ratos de conversación, ratos de escucha y ratos de comunicar y expresar...

Por eso me gusta este poema de Pedro Casaldáliga: "Piensa también con los pies". en el que nos invita a ponernos en camino para encontrar la vida en cada rincón de la historia.

"Piensa también con los pies
sobre el camino cansado
por tantos pies,
por tantos caminantes.

Piensa con el corazón,
piensa con el corazón, sobre todo, 
piensa con el corazón
abierto a todos los corazones
que laten igual que el tuyo
como hermanos.

Peregrinos,
heridos también de vida,
heridos quizás de muerte.

Piensa también con los pies
sobre el camino cansado.
Piensa con el corazón, sobre todo, 
piensa con el corazón.
Piensa vital, conviviente,
conflictivamente hermano,
tiernamente compañero."

P. Casaldáliga

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