viernes, 14 de junio de 2019

maletas


Llega el verano...

Tiempo de recoger el año, repasar lo vivido, agradecer lo recibido y reconocer nuestros errores.
Tiempo para ordenar y prepararnos para lo nuevo.
Tiempo, quizás, de cambiar de casa, de tarea, de personas...

Si tienes un espacio, párate y escucha lo vivido:
¿Qué has recibido en este curso?
¿Qué agradeces?
¿Qué errores te gustaría vivir de otra manera?
¿Qué meterías en la maleta para llevarte?
¿Qué dejarías porque quieres soltar?

Queda mucho por descubrir: ¡Buen camino!

Mi equipaje será ligero
para poder avanzar rápido.
Tendré que dejar tras de mí la carga inútil:
las dudas que paralizan
y no me dejan moverme.
Los temores que me impiden
saltar al vacío contigo.
Las cosas que me encadenan y me aseguran.
Tendré que dejar tras de mí
el espejo de mí mismo,
el 'yo' como únicas gafas,
mi palabra ruidosa.

Y llevaré
todo aquello que no pesa:
Muchos nombres con su historia,
mil rostros en el recuerdo,
la vida en el horizonte,
proyectos para el camino.
Valor si tú me lo das,
amor que cura y no exige.
Tú como guía y maestro,
y una oración que te haga presente:

«A ti, Señor, levanto mi alma, en ti confío,
no me dejes. Enséñame tu camino,
Mira mi esfuerzo. Perdona mis faltas.
Ilumina mi vida, porque espero en ti».     
José María Rodríguez Olaizola, sj

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