Me sorprenden estas palabras:
"Decid a los cobardes de corazón..."
¿Qué le dirías a los cobardes de corazón?.
Seguro que nada bueno ¿verdad?.
Nos quejaríamos, les echaríamos la culpa de no responder con valentía,
o en el mejor de los casos los disculparíamos por ser así.
Pero me sorprende lo que dice la lectura:
"Sed fuertes, no temáis, no estáis solos,
mira a tu Dios."
Míralo que viene a rescatarte, a sostenerte,
a consolarte, a acompañarte, a darte fuerza y valor.
Mira a tu Dios que viene en persona, por ti, porque te quiere a ti,
con tu corazón cobarde, tus miedos y contradicciones.
Así que hay motivos para la Esperanza.
Aunque te sientas con el corazón encogido...
¡Sé fuerte, no temas, él viene!