Ayer en la Eucaristía de Navidad
escuché este poema que me llegó al corazón.
Contaban que Miguel de Unamuno
caminando por la calle se encontró con un Belén,
y al contemplarlo salieron estas tiernas palabras:
"Agranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar.
La hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuelveme a la edad aquella
en que vivir es soñar"
Miguel de Unamuno
Estos días contemplando al niño recién nacido,
y el Misterio de Amor que encierra, me salía esta petición:
¡Haznos entender esa manera de entender la vida:
desde abajo, desde lo pequeño, desde lo que no cuenta!
¡Haznos revolucionarios como tú, capaz de cambiar la Historia
y nuestras historias con tu Presencia de Amor y Perdón!
¡Haznos descubrir la señal: "un niño envuelto en pañales"!
¡Ayúdanos a vivir agradecidos y alegres porque nuestro corazón
y nuestras entrañas entiendan que habitas cada vida y cada historia!
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